Cada vez que hay elecciones, los
medios de comunicación despliegan un cúmulo de palabras y expresiones propias
de los procesos electorales. Búnker, comicios, encuesta, escrutinio, recuento, sondeo son algunas de ellas. Ahora bien, ¿con qué grado de corrección
se usan en la prensa?
Si se consulta el Diccionario, “ninguna de las sedes
elegidas por los candidatos y sus acompañantes puede ser calificada como búnker”, advierte Melgarejo, sin embargo
aclara que “alguien, en algún momento, lleno de ingenio creativo, decidió
bautizar a los lugares de reunión en los que se aguardan los resultados finales
de esta manera y, como las ovejas de Panurgo, todos lo siguieron”.
Búnker es, según el Diccionario panhispánico de dudas,
‘pequeña construcción defensiva’ y, en especial, ‘refugio blindado, por lo
general subterráneo, para protegerse de los bombardeos’: «Las autoridades nazis deciden concentrar gran parte de los trabajos en
un búnker secreto en Berlín» (Volpi Klingsor
[Méx. 1999]). Es voz tomada del alemán Bunker.
En español debe escribirse con tilde por ser palabra llana terminada en
consonante distinta de -n o -s. Su plural es búnkeres”.
Comicios es un sustantivo masculino
plural, que, según define el Diccionario,
son las ‘elecciones para designar cargos políticos’. Por tanto, no es correcto
usarlo en singular, como suele aparecer en la prensa: *el comicio.
El escrutinio indica el ‘reconocimiento y cómputo de los votos en las
elecciones o en otro acto análogo’, de acuerdo con la definición del DRAE. Y escrutar es, en consecuencia, ‘reconocer
y computar los votos que para elecciones u otros actos análogos se han dado
secretamente por medio de bolas, papeletas o en otra forma’.
Como se ve, los votos también se computan, esto es se ‘cuentan o calcular
por números’. El sustantivo es cómputo,
que es la cuenta o cálculo.
En general, en la Argentina se
usa recuento para lo que se denomina escrutinio definitivo (distinto del escrutinio provisorio, el primer
cómputo), aun cuando en esa etapa no se vuelven a contar los votos ya
computados en cada una de las mesas de votación, sino que solo se hace una
comprobación. Solo en el caso de que haya dudas con algunas mesas, se puede
proceder a un recuento.
Contar no es viajar
al pasado
Lo que no es admisible por
incorrecto es, como se hizo en un matutino correntino tras las elecciones del 11 de
agosto, es reemplazar recuento por racconto. “Pasadas 48 horas del cierre
de las Paso, tal como dispone el Código Electoral, comenzará a las 18 de hoy,
el *racconto final de los sufragios”,
se escribió.
Racconto es un vocablo italiano que
significa ‘recuerdo’. Es una técnica narrativa que consiste en volver al
pasado. El relato va progresando en forma lineal hasta llegar al punto de
partida de la historia, que es el momento del recuerdo.
La técnica es usada en
literatura, en el cine y en las series de televisión. Pedro Páramo, de Juan Rulfo; la serie Lost y los filmes Titanic
y El curioso caso de Benjamin Button
son ejemplos donde se usa el racconto
como técnica narrativa. Racconto no es igual a flashback, el salto de unos segundos al
pasado.
Finalmente, ¿sondeo es lo mismo que encuesta?
Sondeo es la ‘investigación de la
opinión de una colectividad acerca de un asunto mediante encuestas realizadas
en pequeñas muestras, que se juzgan representativas del conjunto a que
pertenecen’ y también el ‘resultado de dicha investigación’.
Encuesta es el ‘conjunto de preguntas
tipificadas dirigidas a una muestra representativa, para averiguar estados de
opinión o diversas cuestiones de hecho’.
Esto significa que un sondeo se hace a través de encuestas y una encuesta arroja como resultado un sondeo.
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