La nota en el suplemento Chaqueña, de Norte.
▪ La mayoría de los medios siguen sin aplicar la nueva Ortografía.
▪ Los casos de La Nación y El País.
▪ Cómo y dónde consultar sobre las dudas más frecuentes.
Cuórum,
expresidente,
márquetin,
ranquin,
wiski siguen siendo escrituras extrañas
en los diarios, pese a que son las propuestas en la última edición de la
Ortografía de la lengua española. La
mayoría de los medios impresos y
on line
de la Argentina no aplican aún las nuevas normas aprobadas hace más de dos años
por las 22 Academias de la Lengua o solo lo hacen en forma parcial. Y es
entendible –aunque no justificable– que ello suceda en un ámbito donde reina la
falta de observación de las normas básicas que rigen el español.
Hace unos días, un importante medio de Corrientes cometió un gravísimo
error al usar en un título la expresión batir
el récord y se escribió el verbo con
v: *vatir. En este caso el error se debe no solo al descuido sino
también al desconocimiento, como cuando se cree que es *embestidura en vez de investidura,
se usa ranking en lugar de rating o se afirma que un odontólogo
famoso por matar a su familia goza de
prisión domiciliaria o que los santos *interceptan
y no interceden.
Si bien una edición sin errores es casi imposible, la calidad de un
diario pasa en gran parte por el cuidado de la ortografía. Nadie puede tomar en
serio a un medio donde la excepción es la corrección y no el error.
En una especie de balance sobre la aplicación de la nueva Ortografía, una publicación de 800
páginas que salió a la venta a fines de 2010, Salvador Gutiérrez Ordóñez, miembro
de la Real Academia Española (RAE), opinó que si se consideran la prensa y los
libros de texto, “se aprecia que las ‘propuestas normativas’ de acentuar
mayúsculas”, por ejemplo, “sí se están aplicando de forma generalizada”, no así
recomendaciones como “suprimir la tilde diacrítica en el adverbio ‘solo’ o en
los pronombres demostrativos”.
De hecho, el diario porteño La
Nación, un referente en materia de estilo y corrección, sigue sin respetar
la norma sobre la escritura de los prefijos, que establece que ex- debe ir unido a la palabra base (exministro), excepto cuando esta es
pluriverbal (ex primer ministro).
Aunque hay que celebrar el hecho de que el nuevo diseño del diario incorporó al
fin la tilde en las mayúsculas, que no es una regla opcional sino obligatoria.
La contracara es el madrileño El
País, otro diario de referencia, en cuyos títulos se pueden ver el adverbio
solo sin tilde, el prefijo ex- unido a la palabra base, topónimos
adaptados, como Catar (por Qatar), y gais (plural de gay), de
acuerdo con las propuestas normativas y recomendaciones de la nueva Ortografía.
En la mayoría de los medios, el anglicismo ranking sigue ganándole a la adaptación ranquin, que es la forma recomendada en la Ortografía y también en el Diccionario
panhispánico de dudas (DPD),
aunque siempre la RAE aconseja emplear con preferencia las expresiones
españolas, en este caso, lista, tabla clasificatoria, clasificación o escalafón. Pero está
visto que en la prensa hay resistencia a incorporar las formas españolizadas de
los extranjerismos, aun cuando se sabe que palabras como ñoqui proviene del italiano gnocchi,
jardín, del francés jardin [yardán]; líder, del inglés leader y mitin, del
inglés meeting.
Y si cuesta ponerse al día con los últimos cambios normativos, en 2014
habrá más novedades: saldrá la 23ª edición del Diccionario de la lengua española. Se sabe que allí se podrán
encontrar términos como tuit y tuitear, palabras relacionadas con la
red social Twitter, donde el español es la segunda lengua más usada, claro
está, después del inglés, según informó recientemente el Instituto Cervantes.
Algunas de las novedades ya están en el Diccionario en Internet, donde se indica cuáles son los artículos
nuevos. Figuran términos del mundo informático, como blog y bloguero, chat y chatear, tableta y USB, y también espanglish (‘modalidad del habla de algunos grupos hispanos de los
Estados Unidos, en la que se mezclan, deformándolos, elementos léxicos y
gramaticales del español y del inglés’), friki
(‘extravagante, raro o excéntrico') y el verbo okupar (‘tomar una vivienda
o un local deshabitados e instalarse en ellos sin el consentimiento de su
propietario’).
La paradoja de estos tiempos es que en los medios se escribe peor pese a
que las posibilidades de consultas son mayores. El Diccionario y el DPD
están en Internet. Este último se encuentra en proceso de adaptación a la Nueva gramática de la lengua española,
editada en 2009, y a las normas de la nueva edición de la Ortografía.
En Twitter, la RAE ofrece también un espacio de novedades académicas,
recomendaciones sobre el uso del idioma y respuestas a dudas lingüísticas. La
cuenta es @RAEinforma.
Por otro lado, la Fundación del Español Urgente (Fundéu) emite con
frecuencia recomendaciones sobre el uso de términos y expresiones, y en su
página web se puede acceder al Diccionario
urgente de dudas, donde es posible consultar por tipo de palabra, por tema,
por tipo de duda.
Los sitios de consultas lingüísticas confiables están al alcance de todos
en cualquier Redacción. Aunque, debe decirse, el buen uso del lenguaje en los
medios de comunicación es una decisión
editorial que va más allá de las posibilidades que brindan las nuevas
tecnologías.
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