1.1.16
“Refugiado” es la palabra del año para la Fundéu
Por tercer año consecutivo, la Fundéu BBVA ha
dado a conocer su palabra del año, elegida entre las más de doscientas a las
que ha dedicado alguna de sus recomendaciones diarias durante los últimos doce
meses.
Tras elegir escrache en 2013 y selfi (la
adaptación a la ortografía española de la voz inglesa selfie, sin e final) en
2014, el equipo de la Fundación ha optado en esta ocasión por refugiado, un
término que no es nuevo pero que ha marcado de forma decisiva la actualidad
informativa del año que termina.
“El concepto que define la palabra
refugiado ha generado muchísimas dudas y debates entre los profesionales del
periodismo, pues estos han sido muy conscientes de la importancia de ser
extremadamente rigurosos a la hora de denominar a los miles de personas que
huyen de un conflicto bélico frente a aquellas otras que buscan en otro país
las posibilidades de vida que en el suyo no encuentran”, explica el director
general de Fundéu BBVA, Joaquín Muller, quien añade que “el interés que ha despertado este término y las
muchas preguntas de periodistas que han llegado a la Fundéu pidiendo un
aclaración revelan, además, la preocupación de estos profesionales por escribir
con precisión”.
“En la Fundación creemos, por tanto, que
refugiado cumple las condiciones que le pedimos a la palabra del año: que haya
estado en las noticias y en las conversaciones en el 2015, que tenga además un
cierto interés desde el punto de vista lingüístico y que sea un término común a
todo el ámbito hispanohablante, no propio solo de un país o región. Que sea un
término nuevo o no, no resulta relevante para nuestra decisión”, explica el
director general de Fundéu BBVA, Joaquín Muller.
“La primera condición es, por desgracia,
obvia: en todo el mundo, pero en particular en Europa, la crisis de los
refugiados, su tragedia, ha sido noticia a lo largo del año y es muy probable
que lo siga siendo mientras las causas que desencadenan la huida de millones de
personas de Siria, Irak, Libia y otros países no cesen”. Desde el punto de
vista lingüístico, la Fundación creyó la necesidad de aclarar la diferencia de significado entre refugiado
e inmigrante.
Como criterio general y según las
definiciones del Diccionario académico,
inmigrante es todo aquel que llega a un país para establecerse en él. Si nos
referimos a esta persona desde la perspectiva no de quien entra en un país,
sino de quien abandona el propio, estaremos hablando de emigrante. Y migrante
es un término más general que incluye a ambos y es más frecuente en el español
de América.
Desde un punto de vista lingüístico, y con
independencia de la definición precisa establecida en derecho internacional, un
refugiado es aquel que ‘se ve obligado a buscar refugio fuera de su país a
consecuencia de guerra, revoluciones o persecuciones políticas’.
“Emplear palabras específicas para acotar
la realidad es un primer paso para relacionarse eficazmente con ella”, señala
la Fundeú BBVA. “Aunque la existencia de un término que abarcara tanto a
migrantes como a refugiados pudiera simplificar el modo de informar, lo cierto
es que estamos ante una realidad compleja y distinguir el nombre de estos
colectivos ayuda, de algún modo y a pequeña escala, a distinguir las caras y la
circunstancias de cada una de las personas que han tenido que huir de su país”.
Antes de dar a conocer la decisión final,
la Fundación publicó una lista de doce palabras finalistas en la que, además de
refugiado figuraban otras muy relacionadas con la actualidad (chikunguña), el
mundo del deporte (sextuplete) y los problemas y cambios sociales y
tecnológicos (inequidad, poliamor, disruptivo).
También fueron seleccionadas expresiones
del entorno de las redes sociales o que, al menos, han hecho fortuna en él,
como el me gusta de Facebook y otras redes, trolear y zasca, una interjección
convertida en uno de los sustantivos de moda en ciertos registros del español
de España.
De ese mismo ámbito es clictivismo, una
alternativa en español a clicktivism, el anglicismo que se refiere al apoyo a
diferentes causas a golpe de clic de ordenador.
Completaban la lista otras dos alternativas
en español a palabras inglesas que han empezado a utilizarse en nuestros
medios: gastroneta para la voz inglesa food truck y despatarre, que puede
sustituir al término manspreading, con el que se alude a la manera de sentarse
de algunos hombres, en especial en los transportes públicos, con las piernas
abiertas.
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