Sin
quórum, Scioli no logró designar a 126 jueces y fiscales. El título del recorte es del diario porteño La Nación. Quórum está
escrito con q y con tilde. Sin embargo, la Ortografía
de la lengua española (2010) dice que la forma castellanizada del término es
cuórum.
El Diccionario
en línea registra cuórum y remite a quorum, que proviene del latín quorum [praesentia suffĭcit] ‘cuya
[presencia es suficiente]’.
1. m. Número de individuos necesario para
que un cuerpo deliberante tome ciertos acuerdos.
2. m. Proporción de votos favorables para
que haya acuerdo.
Si se prefiere usar el latinismo, debe
escribirse sin tilde y con resalte tipográfico.
Cuórum, en cambio, lleva tilde porque es palabra llana finalizada en
consonante distinta de -n y -s. De este modo, de acuerdo con la Ortografía, en el título de La Nación, el término está mal escrito.
El cambio no ha sido totalmente acogido en
la prensa, en la mayoría de los casos por simple desconocimiento de la nueva
normativa ortográfica. Si no se puede distinguir entre embestir e investir,
difícilmente haya competencia en la prensa local para escrutar la nueva
ortografía.
Ahora bien, ¿por qué en la castellanización
la c debe reemplazar a la q? Para la Real Academia Española (RAE),
en el sistema ortográfico del español, la letra q solo tiene uso como elemento integrante del dígrafo qu para representar el fonema /k/ ante
las vocales e, i (queso [késo], quién [kién]). Este mismo fonema se representa, en
el resto de posiciones, con la letra c
(canguro [kangúro], corto [kórto], cuenta [kuénta], acné [akné], tictac
[tikták]), aunque en préstamos de otras lenguas también puede aparecer
representado por la letra k en
cualquier posición (karaoke [karaoke], kilo [kílo], koala [koála], kurdo
[kúrdo], búnker [búnker], anorak [anorak]).
Es, por lo tanto, ajeno a la ortografía del
español el empleo de la letra q como
grafema independiente, con valor fónico autónomo. Por ello, los préstamos de
otras lenguas, sean latinismos o extranjerismos, cuya grafía etimológica incluya
una q que por sí sola represente el
fonema /k/, si se adaptan al español, deben sustituir esa q por las grafías propias de la ortografía española para
representar dicho fonema. En aplicación de esta norma, voces inglesas como
quark o quasar, o latinas como quorum o exequatur, deben escribirse en español
cuark, cuásar, cuórum y execuátur. En caso de mantener las grafías etimológicas
con q, estas voces han de
considerarse extranjerismos o latinismos crudos (no adaptados) y escribirse,
por ello, en cursiva y sin tilde.
Aunque en el ámbito de los nombres propios
(antropónimos y topónimos) es frecuente el uso de grafías originarias no
adaptadas o –si los nombres provienen de lenguas que emplean otro alfabeto u
otro sistema de escritura, como el árabe, el hebreo o el chino– de
transliteraciones de las grafías originarias al alfabeto latino, sin
adaptaciones ulteriores, en el caso de los topónimos mayores, como son los
nombres de países, es conveniente usar grafías plenamente adaptadas a la
ortografía del español.
Por ello, aplicando la misma norma que para
los nombres comunes, se recomienda emplear con preferencia las grafías Catar e Irak para los nombres de esos dos países árabes, mejor que Qatar e Iraq, transcripciones de los originales árabes que presentan un uso
de la q ajeno al sistema ortográfico del español.
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