▪ Graffiti es el plural de graffito, en italiano. Es como spaghetti. La adaptación del término al español.
“Vagones y trenes en todo el mundo están repletos de
graffiti. […] Banksy, el grafitero más conocido del mundo, afirmó que ‘el
graffiti es una de las pocas herramientas que se tiene. Y si no se tiene, es
casi nada. E incluso si no consigues una imagen que cure la pobreza en el
mundo, puedes hacer sonreír a alguien mientras está meando’”.
El texto, publicado en la revista Veintitrés, se refiere
a una noticia de los últimos días sobre grafitis
pintados en nuevos vagones del tren Sarmiento. Si bien la mayoría de los medios
escribieron la palabra adaptada al español –grafiti–
otros, como la revista Veintitrés,
mantuvieron la grafía original, graffiti.
Y otros, como Tiempo Argentino, incurrieron en un híbrido erróneo, *graffitis.
El Diccionario de
la lengua española registra grafiti,
del italiano graffiti, que es el
plural de graffito, y lo define como ‘letrero
o dibujo’. Es el mismo caso de espagueti,
que es la adaptación de spaghetti, la
‘pasta alimenticia de harina en forma de cilindros macizos, largos y delgados,
más gruesos que los fideos’. Spaghetti
es el plural en italiano, pero en español es espaguetis, como lo indica el Diccionario
panhispánico de dudas.
Respecto de grafiti,
el DPD remite a grafito:
1. Con el sentido de ‘inscripción o dibujo hecho en una
pared’, es adaptación de la voz italiana graffito,
popularizada en español a través del inglés: “En un sucio muro neoyorquino, una
mujer francesa [...] leyó un grafito [...]. El grafito decía: ‘La nostalgia ya no es lo que era’” (País [Esp.]
1.10.85). Aunque menos usada que grafiti,
es la forma más correcta desde el punto de vista etimológico.
2. El uso frecuente del plural italiano graffiti ha dado lugar a que en español
se emplee la adaptación grafiti con
sentido singular: “Otros vecinos pintan un grafiti” (País [Ur.] 12.7.01). Se
trata de un caso análogo al de espagueti
y se considera válido, debido a su extensión. Su plural es grafitis: “Unos grafitis
de los miles que hay en las calles de Buenos Aires” (Barnatán Frente [Arg. 1989]).
3. Cuando el texto ha sido pintado, y no realizado
mediante incisión, puede sustituirse el extranjerismo por la voz española pintada, aunque su uso, muy frecuente en
España y no desconocido en América, no está generalizado en todo el ámbito
hispánico: “En la vidriera de una sastrería, una pintada en letras amarillas
decía no sea forro: hágase responsable de su cara” (Cohen Insomnio [Arg. 1986]). En Venezuela se emplea, con este sentido, la
voz pinta.
De ese modo, es válido escribir así: “Vagones y trenes en
todo el mundo están repletos de grafitis”. No, en cambio, “vagones y trenes de todo el mundo están repletos de *graffitis”.
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