“Nuestro pueblo se confianza (?) en su mayoría adherente a la fe católica, San Cayetano ha sido un heroico ministro de la palabra, un misionero. Su *intercepción reclama que su dignidad personal de todo particularmente la del más pobre sea respetada”. Es parte de la transcripción que hizo el sitio de noticias El Sol de Corrientes de la homilía del exarzobispo Domingo Castagna, el 7 de agosto último. Ahora bien, los santos no interceptan, sino que interceden.